Pedaleando por una ciudad
Es necesario impulsar el uso de la bicicleta con educación e infraestructura. Una breve columna. Los problemas de la concentración urbana no son novedad para nadie. Una ciudad se ha vuelto el hábitat humano más común y a la vez el más abstracto. Todos los días millones de personas viven una vida urbana: compran comida en supermercados, amueblan sus viviendas, cocinan, tiran la basura, viajan en transporte público o en auto, miran películas o televisión. A la vez, la mayoría ignora de dónde llegan las enormes cantidades de alimento que a diario son necesarias, o a dónde termina la basura que arrojamos en un tacho, sobre la frágilidad de las arterias de tránsito o sobre nuestra dependencia de una energía electrica que tampoco sabemos de donde viene. A la par de este movimiento lógistico, todos los días estamos expuestos a las consecuencias de algún tipo de desbarajuste. Pobreza, crimen, embotellamientos, colapsos en los servicios públicos, personas que caen en la marginal...