Restauración y conservación de Libros. Una introducción

Esta nota, que iré ampliando y actualizando paulatinamente, tiene el objeto de dar naciones básica de restauración de libros. No es una guía ni contiene los pasos a seguir. Simplemente enumera técnicas y criterios usuales en la encuadernación.
En la medida de lo posible voy a intentar de agregar la mayor cantidad de material audiovisual. Veamos...

Existen tantas formas de restaurar como formas de deterioro, así que la lista es extensa. El papel de un libro es todo un capítulo aparte, quizás pueda hacer alguna mención más adelante, pero por ahora nos abocaremos a lo que a encuadernación refiere.

Para empezar, existe una gran discusión acerca de lo que es y lo que no es restaurar un libro: qué implica, qué criterio se debe utilizar, los materiales, la manera en que se debe llevar a cabo la intervención sobre las obras. Siempre se presume que si se va a restaurar una pieza esta debe tener algún valor (no importa si es comercial, cultural, sentimental). No existe un criterio unificado: hay quienes piensas que no tiene que quedar evidencia de una restauración, otros piensan que -siendo inevitable notar la intervención- esta debe hacerse respetando los criterios pero marcando de alguna manera la diferencia entre el material original y el restaurado. Es una cuestión ardua que solamente dejaré mencionada.

El primer paso siempre es mirar el estado general del libro y qué es lo que se pretende hacer con él. Mirar el estado involucra ver todos sus detalles (como las cabezadas, guardas, estructura, etc.). También es importante ver si tiene o no plagas. Los biblio-bichos son sumamente peligrosos. En ese caso, las encuadernaciones con cola caliente o cuero son candidatas por tener componentes naturales con proteínas muy buscadas por los insectos. En caso de encontrar agujeros pequeños en el libro mejor es desconfiar. La mejor solución (para casos leves) es envolverlo en una bolsa bien cerrada y dejarlo una noche en un buen freezer (de esos que son no-frost). Claro que...    si ese libro tenía plagas, es probable que sus vecinos de la biblioteca también los tengan.

En fin, cuando se trata de restaurar existen dos grandes caminos al respecto: encuadernar el libro con una nueva encuadernación (no necesariamente moderna pero se utilizan tapas y materiales nuevos), o restaurar el libro y su encuadernación conservando la mayor cantidad del material original. 

La primera consigna es común con los libros que tienen una encuadernación rústica, aquellos que fueron encuadernados y se deterioraron o los casos en que está muy maltratada (como cuando faltan tapas). En ese caso la tarea es más bien sencilla: hay que desarmar el libro, restaurarlo y volver a encuadernarlo.


Restaurar los pliegos del libro.

Cuando hay que desarmar el libro hay que tener sumo cuidado para retirar la cola o el material adhesivo. Si es necesario hay que usar metil celulosa o calor. También hay que asegurarse de limpiarlos de polvo y quitarles elementos agresivos hacia el papel.

En este y en todos los casos es fundamental tener en cuenta los insumos con los que se trabaja. Siempre se debe buscar una formula óptima entre eficiencia y conservación: buscar materiales libres de ácido y de Ph neutro en lo posible. La elección de los adhesivos siempre se debe hacer teniendo en cuenta este criterio.


Trozo de papel japón (lens tissue) listo para restaurar el desgarro.
Para los pliegos deteriorados se utiliza una escartivana (refuerzo) de papel japón en los que sean necesarios. Lo mismo para los desgarros y los faltantes; estos últimos deben llevar un suplemento de papel ensamblado con papel japón.

Prueba con pastel para pintar la escartivana de papel japón
En los casos en que faltan páginas enteras se puede optar por hacer un facsímil. Aquí entra la discusión sobre si esta intervención invade al material original o no, pero supongamos que lo queremos hacer igual. Es fundamental conseguir un papel del mismo gramaje y textura. En lo que al color refiere, se puede simular su antigüedad de distintas maneras: se lo puede teñir en una tina de agua con té (hay que tener en cuenta de que esto puede acidificar el papel), o bien se lo puede pintar con pasteles al óleo. Existen más técnicas, pero son las que uso generalmente. 


Las tapas del libro y el lomo se suelen conservar. Con papel japón se los ensambla al primer y último cuadernillo. Lo mismo con el lomo, solo que para ello se los pega en un papel (vean la foto). Con el lomo también se lo puede dejar en la contratapa, plegarlo hacia el otro lado y coserlo. Se estilaba antes.

Tapa en rústica del libro adherida al primer cuadernillo del libro
Lomo conservado dentro de la encuadernación
Con el libro plenamente restaurado y bien prensado, solo resta coser y encuadernarlo. Como última medida, a los cuadernillos del libro se los puede coser a escartivanas: se llaman igual que las mencionadas anteriormente pero son un soporte de papel sobre el que se cose el libro. De esta manera el libro permanece intacto: no sufre el cajo ni tampoco entra en contacto con adhesivos y la apertura del libro mejora notablemente. Es lo más recomendable para conservar el libro.

Libro cosido a escartivanas. Colección personal



Restauración de una encuadernación

Cuando se trata de conservar la mayor parte del libro y restaurar áreas particulares entran en juego otro tipo de cuestiones.Ya se ha explicado cómo restaurar papel (desgarros y faltantes), resta saber qué hacer con otro lugares conflictivos. 

Como libro tendrá sus propias particularidades, continuación enumeraré algunos de los lugares comunes a restaurar y sus técnicas más usuales.


Lomo

Suele ser lo más común. En las encuadernaciones en cuero, el lomo -al estar expuesto al sol y al trato que recibe al abrirlo el libro, sacarlo y ponerlo de una biblioteca- suele volverse quebradizo y con frecuencia se termina desprendiendo. Los lomos son muy valiosos ya que contienen detalles tales como los nervios o un trabajo de dorado. El problema es que no suele darse la coincidencia de tener el hierro con el mismo florón que el que tiene el lomo. Entonces con más razón se vuelve indispensable rescatarlo.

Para esos casos se suele retirar el lomo (si es que no se había desprendido aún) tratando de conservar la mayor cantidad posible. Al mismo se lo trata de humectar y de rejuvenecer con distintos componentes. Al libro se lo enloma con un cuero (buscando la mayor coincidencia con el color y textura). El cuero del lomo se injerta en el cuero de la cubierta, intentando disimular la unión.

Restauración de un lomo de cuero. FUENTE: Taller de Oficios del Libro
https://sites.google.com/site/oficiosdellibro2/

Una vez restaurado el lomo, se toma el lomo viejo, se lo apoya sobre el libro y se recorta la silueta. De esta manera nos queda el espacio exacto para volver a colocar el lomo viejo.

Las esquinas son las primeras en atajar los golpes y es común que se vean machucadas. El procedimiento es similar al tratamiento con el lomo. Si tuviera un faltante, se debe tener en cuenta de que tanto la cubierta como la guarda deben respetar el original.


Cabezadas

Cuando uno saca un libro de la biblioteca, en vez de sacarlo tomándolo de los costados, se lo toma con el dedo índice desde arriba y tira hacia afuera. En un par de años, la cabezada y la coiffe se encuentran completamente deformadas o destruidas. Si no está en condiciones, sólo resta bordar una nueva. 

Es importante tener en cuenta qué tipo de cabezada tenía para reproducirla con la mayor fidelidad posible. Existen numerosos estilos según la época y el lugar. Trataré de poner una breve muestra de las cabezadas más comunes, pero quién es nuestro experto vernáculo es Alberto Chiaramonte, con quién tuve el privilegio de pasar un día entero aprendiendo de él (una actividad edificante pero agotadora).


Cajas y Estuches

Por último, las cajas y los estuches -si bien no hacen nada en lo que a la restauración refiere- son útiles para preservar el libro.

La caja doble bandeja o clamshell es una de lás mejores alternativas ya que protege al libro y lo compartimenta. Se puede ver una nota más exhaustiva del tema aquí.

Caja cerrada

Caja abierta


Los estuches son poco recomendables por la fricción que genera al retirar el libro. En ese caso lo más aconsejable es sumarle al estuche una camisa que recubra el libro y absorba la fricción.

Estuche con camisa.
FUENTE: http://www.aquiseencuaderna.com
Para diluir tanta palabra, aquí un video en donde se ven tres restauraciones. Lo siento pero está en inglés (próximamente el taller tendrá su propio departamento de edición audiovisual).



La primera encuadernación es un claro ejemplo de una restauración del lomo. Cómo la cubierta tenía un trabajo de calados y bajorelieves en cuero, el encuadernador conservó la totalidad de las tapas y restauró el área crítica de la bisagra.

La segunda es una encuadernación restaurada y conservada en una caja doble bandeja.

La tercera es una encuadernación antígua en donde se hizo todo el trabajo de encuadernación pero siguiendo la estructura de la época (incluso hace mención de que las tapas las lijaron en la cara interna).


Estos son los principios usuales, ni los únicos ni los mejores. Con el tiempo trataré de mantener actualizada esta nota.

Comentarios

  1. Muy bueno el post. Completísimo. Se agradece de corazón.

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  2. Buenos días. Necesito información sobre lugar donde se dicten talleres o cursos de restauración y conservación de libros. agradezco mucho la atención.
    Lely P.

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  3. buenas tardes necesito informacion donde se dicten cursos de restauracion y la conservacion de los libros si puede ser en Obera o sus alrededores.
    N.R

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  4. Muy bueno el contenido, muy completo. Uno se queda con ganas de ver mas. Necesito informaciòn continua sobre cursos o talleres lo mas cerca posible, estamos muy lejos.

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  5. Hola! Necesito restaurar un libro muy preciado por mi, cómo puedo hubicar el taller donde lo realizan?

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  6. Hola, igual que la persona de arriba, me encuentro en la misma situación, necesito hacer alguna capacitación o taller porque trabajo en una biblioteca! Mi cuenta de mail es lacalamidad@hotmail.com si es que hay alguna información! Mi nombre es Lenni y soy estudiante de la carrera de edición en la Uba, igual que fanática de la lectura.

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